Hay mil y una formas diferentes de observar y vivir la vida, pero realmente cada persona es un mundo, y cada uno la ve a su manera.
¿Te atreves a descubrir las distintas formas, perspectivas y ángulos desde los que se puede ver y apreciar la vida?
Es poco común y poco frecuente ver que las generaciones jóvenes
son maduras. Pues con poco, se ve cómo son y qué es lo que hacen hoy en día.
Pero he aquí todo un ejemplo a seguir. Un ejemplo de madurez, de sensatez, de responsabilidad. Una
persona con los pies en la tierra, y con la cabeza puesta encima de los
hombros. Que sabe lo que quiere, sabe lo que le va a costar, y que no duda en
querer conseguirlo.
La
protagonista de esta historia, toda una mujer, con apenas 19 años,
cuenta cómo se enfrenta a la vida en todos los sucesos que ocurren de
forma inesperada, a lo
largo de toda su etapa adolescente y juvenil. Una etapa dura, difícil, rara,
con momentos de tristeza, angustia y soledad. Pero también con momentos
únicos que hacen que su vida tenga otro rumbo. Momentos que hacen que
sea feliz, momentos que hacen que caiga en picado desde un precipicio, momentos de ternura, momentos de vergüenza, momentos de miedo,
momentos, y más momentos.
Una pequeña historia que te conmoverá. Que hará que te sientas incluso identificado, que hará que tu corazón se sienta igual que el de la protagonista, que siente cómo se acelera y se para a menudo. Además, hará que sonrías, hará que llores, hará que pienses.
Todo un misterio por descubrir.
Una pequeña historia que te conmoverá. Que hará que te sientas incluso identificado, que hará que tu corazón se sienta igual que el de la protagonista, que siente cómo se acelera y se para a menudo. Además, hará que sonrías, hará que llores, hará que pienses.
Todo un misterio por descubrir.
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